lunes, 11 de enero de 2010

United gay colours

Lo mejor que tiene, sin duda, la ciudad de Nueva York es que uno puede darse un paseo turistico-sexual por multitud de colores, sabores, aromas y texturas sin tener que desplazarse demasiado. Un gran bazar de sexo y lujuria para gozar con todos los sentidos.

Cristo Rodríguez

El balance que podría hacer de los dos meses que llevo viviendo en la gran manzana, es que si hay una buena ciudad en el mundo para realizar turismo sexual esta es, sin duda, NYC. En esta ciudad se dan cita la mayor parte las etnias que existen en el planeta. Y por supuesto, el mundo gay de la gran manzana no iba a ser menos.

Negros, afroamericanos, chinos americanos (y de los otros), pelirrojos llenos de pecas, morenos venidos de la Sudamérica más profunda, guidos, europeos de todas las clases con ganas de pasarlo bien, blancos americanos que no llegan a ser rubios ni morenos ni nada y, por supuesto, mucho producto importado de la Hispania. Y yo, por mi parte, puedo quedarme tranquilo pues ya probé de todo. Conseguir esto viajando por el mundo puede llevarle a una persona prácticamente media vida. Pero aquí, en la cosmopolita Nueva York, en tan sólo dos meses uno puede conseguirlo.

Si pusiera juntos a los hombres con los que he mantenido algún tipo de “relación” en esta ciudad, podría hacer sin ningún tipo de problemas un anuncio para la conocida marca de ropa (sosa) Benetton.

No se porque hay capitales mundiales con una gran fama de turismo sexual y por qué NY no goza de ese título, cuando aquí, es mucho más fácil gozar libremente de los placeres de la carne de lo que puede serlo en Brasil o Cuba y, por supuesto, mucho más barato. Además, venir a “La ciudad” significa poder disfrutar de una diversidad cultural que no ofrecen otros lugares como Tailandia, por ejemplo. El turista que venga aquí con ganas de tener sexo, además de con ganas de disfrutar de la cultura (por supuesto), no quedará defraudado. Los americanos, sea cual sea su procedencia, tienen las puestas de su casa (y todas las demás) abiertas para el turista que llega con sed de carne nueva.

Manhattan es una gran puta, yo diría que es la perra más grande de todo el planeta tierra, por lo menos en lo que al mundo gay se refiere. Una isla que está perfectamente representada en la parte central de “El jardín de las delicias” de El Bosco. Un oasis en mitad del desierto, vacío de lujuria, que representa el Estados Unidos más profundo.

Y en medio de todo esto ¿Dónde queda el amor? Pues, simplemente, perdido. Perdido entre las calles, los vientos, las ratas, la suciedad del metro, la “oscuridad” de los locales, la basura en mitad de la acera, el mal olor que emerge desde los respiraderos del metro… El amor no se deja ver en NY, pasea por sus calles con las orejas gachas cual conejo asustado, pero dispuesto a asaltar a la primera persona que le de un chance, para arrastrarlo a la otra realidad que se esconde detrás de los grandes espejos de esta ciudad.

1 Comentário:

Almudena dijo...

Joder tti como te lo montas!!! tu si ke sabes!!! mil besos desde Sevilla
Almu!

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